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07/02/2019

Los 10 idiomas más fáciles de aprender (dependiendo de la lengua materna y estilo de aprendizaje)

¿Hay idiomas más fáciles de aprender que otros?

Cuando se trata de aprender un idioma con fluidez, la cercanía o distancia fonética, gramatical y sintáctica pueden marcar la diferencia. Pero, además, afrontémoslo, todos tenemos cosas que hacer y el tiempo es un factor crucial. 

Mucha gente nunca alcanza a conocer las ventajas del bilingüismo o la flexibilidad mental que se adquiere al aprender otro idioma porque piensa que no van a tener tiempo para aprenderlo, que aprenderlo es demasiado difícil o que simplemente no pueden hacerlo.

Otros piensan que ya hablan un gran idioma y los demás deberían aprenderlo, no ser ellos quienes aprendan, considerando cualquier idioma un idioma minoritario.

Para empezar, hay idiomas más fáciles de aprender que otros

Esto es una realidad, si eres hablante de una lengua europea como el español y quieres dedicarte en cuerpo y alma a aprender las complejidades de una lengua como el wólof, el birmano o el gujarati, te apoyamos de todo corazón. Pero si estás buscando un idioma que no va a requerir clases nocturnas de 3 horas de lunes a viernes durante los próximos 10 años, bueno, te vamos a dar unos consejos e información útil.

¿Qué hace que un idioma sea fácil de aprender?

No hay un idioma que sea más fácil de aprender que los demás. Si fuese así, ya se habría acordado cuál es y todos lo estudiaríamos, pero sí existen muchos idiomas que tienen menos complejidad porque nos resultan cercanos y familiares, por varios motivos. los jóvenes piensan que hay idiomas fáciles de aprender He viajado por todo el mundo y algo que he observado es que los casi 7.000 millones de personas que lo habitan tienen opiniones muy divergentes sobre la sencillez y dificultad de los idiomas que hablan.

Dos personas del mismo país, e incluso en la misma ciudad pueden llegar a aseverar con el mismo grado de vehemencia que el idioma que hablan es el más complicado del mundo y que nunca lo dominarás o que es de los más sencillo y que es pan comido, que con un par de lecciones y en un par de semanas te harás con él.

Si tomamos el inglés como la lengua común de intercambio mundial en la actualidad, algunas personas asegurarán que tardaron cuatro tardes en aprenderlo y otras que es el idioma más difícil con el que se han encontrado en su vida. ¿Qué puede explicar estas enormes diferencias de opinión? Dos cosas:

  1. No existe un idioma fácil de aprender, o universal para todos.

  2. La facilidad con la que se aprende un idioma depende de las circunstancias y capacidades del alumno.

Generalmente hay tres cosas importantes que hacen que un idioma sea fácil o difícil para cualquier estudiante:
  1. Su similitud con los idiomas que uno ya conoce.

  2. La complejidad de su sistema de fónico (los sonidos utilizados para pronunciarlo).

  3. La complejidad de su gramática.

Para algunos estudiantes, el mayor esfuerzo reside en entender los sonidos extraños que emite una nariz o garganta extranjera, vocales que no existen en su idioma materno, la posición redondeada de los labios al pronunciar ciertas consonantes o las distintas "s",  mientras que para otras personas es insufrible enfrentarse a declinaciones de 7 casos y eliminar preposiciones y artículos para usar sufijos que marquen el caso locativo, el acusativo, el genitivo, plurales, masculinos y femeninos...

Vamos a describir algunos idiomas que, como hispanohablantes, podemos encontrar fáciles de aprender.

Vecinos lingüísticos: Idiomas relacionados con la lengua materna

Vamos a comprobar algo:
 
Idiomas relacionados con la lengua materna
 
 

Está claro que los idiomas de la izquierda y los idiomas de la derecha comparten similitudes, pues provienen de un ancestro común, por lo que comparten similitudes conceptuales y de vocabulario que facilitarán el aprendizaje. Estamos, por decirlo así, dentro de la "zona de confort".

Se trata de un grupo de idiomas que provienen del latín y otro que proviene de la familia germánica-escandinava. Todos se separaron hace siglos, pero siguen manteniendo vocabulario básico en común, incluso a veces construyen las frases de un modo similar.

Ahora vamos a ver un tercer grupo:

  • това е моята къща (pronunciado: tova e moyata kŭshta) - búlgaro

  • To jest mój dom - polaco to je můj dům - checo

  • это мой дом (pronunciado: eto moy dom) - ruso

  • то је моја кућа (pronunciado:to je moja kuća) - serbio

Las conclusiones son las mismas: todos estos idiomas comparten unas similitudes que en ocasiones los llevan a ser inteligibles entre sí en ocasiones.

Bien, esto es lo que se siente cuando uno empieza a aprender un idioma relacionado con el materno: existen cognados, o palabras que tienen un origen común y significados similares, como pequeñas insinuaciones enterradas en una frase dentro de un idioma extranjero.

Aprender los idiomas que más se relacionan con los propios es como aprender con ruedas de entrenamiento lingüístico. He aquí algunos ejemplos de lenguas que son un juego de niños para los hispanohablantes y hablantes de otros idiomas:

  1. Portugués Se veía venir ¿verdad? El portugués ofrece la dificultad de las numerosas "s" para los castellanoparlantes, pero la similitud es enorme en términos de vocabulario.

    Sintácticamente, la estructura de los dos idiomas es prácticamente paralela, y esa es una de las razones por las que la traducción automática ha funcionado siempre muy bien entre ambos idiomas: se trataba de una substitución. En portugués, como sucede con el español, las letras suenan casi siempre como se escribe y las reglas ortográficas son sencillas. ¡Gracias amigos portugueses!

  2. Catalán Cierto es que todos los catalanoparlantes residentes en España son bilingües y hablan castellano, pero existen áreas catalanoparlantes en Francia y en Italia (en Cerdeña, L'Algher) donde no es así. La evolución del catalán es distinta a la del castellano, y en ocasiones es más paralela a la del portugués. Pero además de un sistema vocálico más rico (7 vocales), ni gramática ni sintácticamente representa un reto para un hispanohablante y cualquier persona que hable castellano puede tener una gran fluidez en catalán en un par de meses.

  3. Italiano Nuestros primos transalpinos tienen algunas vocales más de las que se usan en español, pero la gran ventaja del italiano es que la mayoría de sus consonantes y vocales están entre los sonidos más comunes que se encuentran en las lenguas del mundo. Esto significa que la mayoría de los estudiantes no hallan muchas palabras que no puedan entender o pronunciar.

  4. Francés De los idiomas cercanos al español, es el que más difiere en términos de fonética, acento y pronunciación. La escritura es muy distinta a la española, y tiene sonidos que solo ocurren en francés. De hecho, el francés evolucionó a su estado actual como consecuencia de la invasión de los francos y la imposición de su lengua sobre el galo-francés. Las lenguas que sobrevivieron en el centro y sur son más parecidas al catalán.

    De todos modos, los hispanohablantes no sufren demasiado ni crucen ningún puente psicológico en la estructura gramatical, pues el orden de las frases es Sujeto-Verbo-Predicado.

  5. Inglés Los estudiantes de idiomas parecen tener sentimientos encontrados hacia el inglés: es el idioma más difícil o más fácil que jamás hayan aprendido, y lo aman o lo odian. En realidad, lingüísticamente hablando, tiene una sintaxis muy similar al español. Exceptuando el uso de las preposiciones que modifican el sentido de los verbos más anglosajones, la estructura Sujeto-Verbo-Objeto y modificadores tiene sentido casi siempre directamente entre ambas lenguas.

    La mayor dificultad del inglés radica en los los sonidos difíciles como el interdental, los famosos verbos frasales que no tienen sentido y, sin duda, un sistema ortográfico arcaico carente de toda lógica en muchas ocasiones.

    A menudo es difícil aprender idiomas con un menor número de hablantes como el danés, el turco o el tailandés, pero este no es el caso con el inglés. Podemos ir a Canadá, a Australia, a Estados Unidos,  Irlanda.... y aprender inglés sin poner el pie en el país en donde nació el idioma.

    Con la riqueza de los medios de comunicación en inglés sólo en YouTube y Wikipedia, prácticamente no es necesario buscar en ningún otro lugar.

    Aún mejor: Los angloparlantes están en todas partes, lo que significa que siempre hay un compañero de conversación. Uno no se puede esperar encontrarse con hablantes de esloveno o griego con la suficiente frecuencia como para practicar lo aprendido en clase y mantener vivo el nivel fuera de Eslovenia o Grecia, pero las oportunidades de practicar el inglés son casi infinitas.

Y ahora... los idiomas más fáciles de aprender por su fonética

Estos son varios idiomas que cualquier hispanohablante puede pronunciar con relativa facilidad, porque tienen un sistema fonético basado en consonantes y vocales similares a las del español. Pero no nos llamemos a engaño, su vocabulario tan distinto requiere de una gran inversión en memorizar las palabras con las que construiremos las frases.

Neerlandés (holandés) En realidad es primo hermano del inglés, y por ello los holandeses encuentran muy fácil aprender inglés.

El holandés está lleno de palabras idénticas o casi idénticas al inglés: drinken (drink en inglés, beber), kat (cat, gato), week (lo mismo, week en inglés, es decir, semana), licht (light, luz) y cientos más.

Una vez se han aprendido los fundamentos más básicos, mantener una conversación básica es un juego de niños. Además, el neerlandés tiene el sonido "j" duro típico del español europeo.


Griego No es broma. El sistema vocálico y consonántico del griego y del español son tan similares que hacen que incluso el acento del griego sea parecido al del español europeo. De hecho, si uno escucha la radio griega a bajo volumen, es posible que ni se distinga del castellano.

Ambos idiomas tienen 5 vocales que se pronuncian de manera clara, no hay vocales largas o cortas como en inglés. Ambos tienen un distintivo sonido "zeta" que no es "s" como en francés, inglés, o como sucede en el español latinoamericano.


Indonesio El indonesio se basó originalmente en la ortografía neerlandesa y todavía posee algunas similitudes con ella.

Las consonantes son representadas de una manera similar a la italiana, aunque ces siempre /tʃ/ (como el dígrafo español ch), g es siempre /ɡ/ (como garra en español, no como gitano) y la j representa el sonido /dʒ/, como John en inglés. Además, ny representa la nasal palatal /ɲ/ (la ñ del español), ng se utiliza para la nasal velar /ŋ/ (como en la palabra pongo, si bien también puede darse al inicio de una palabra), sy para /ʃ/ (el dígrafo inglés sh en show o la pronunciación argentina o uruguaya de yo) y kh para [x] (el sonido de la jota española). 

 

Japonés Sí, el japonés. Fonéticamente no tiene prácticamente ningún secreto para los hispanohablantes. Históricamente, el japonés ha tenido muy mala prensa entre los estudiantes de idiomas debido a su compleja gramática (y es cierto, así es para la mayoría de los occidentales, pero no para los coreanos). Sin embargo, su pronunciación es muy sencilla.

Sus cinco vocales son notablemente similares a las del español en todos los casos y sus 19 consonantes prácticamente coinciden con las del idioma español.  De hecho, más allá de la dificultad para construir una frase debido a su sistema sintáctico Sujeto-Objeto-Verbo, la pronunciación del japonés resulta más complicada para los angloparlantes que para los hispanohablantes.